Actualmente, las escuelas tratan de dar una comunicación más cercana y
activa con los familiares del alumnado de los centros educativos, adquiriendo de
esta manera, un clima más conciliador y próximo entre ambos componentes. Sin
embargo, en años anteriores, no existía tanta cercanía como la que se obtiene ahora,
ya que, la educación era un contexto más formal. Aunque, hoy en día, el sistema
educativo se considera un ambiente más inmediato, más participativo y más
preocupado por las necesidades individuales, con el objetivo de conseguir una
enseñanza más igualitaria y equitativa.
La comunicación entre los tutores y familiares suele ser próxima,
respetuosa y bastante activa, ya que, las escuelas requieren de plataformas y
medios en las que mantienen comunicación con los familiares de cada alumno, por
lo que, la información que se proporciona es instantánea y rápida, dando lugar
a numerosas ventajas en cuanto a la conexión y proximidad entre centros,
alumnos y familias.
En consecuencia al tipo de enseñanza que se lleva a cabo en la
actualidad, presenta de más facilidades y mejores avances en el desarrollo
cognitivo, físico y social del alumnado, al dar importancia a la participación
de las familias en las escuelas. De este modo, los centros aprenden a escuchar
a los entornos en los que se rodean los niños, empatizando con los mismos y
generando un clima favorable y asertivo en la convivencia, y para generar más oportunidades y
posibilidades de futuro que mejoren la calidad y prosperidad educativa en la
sociedad.
1. Análisis sobre la tutoría y la participación de los padres.
El alumnado constituye el principal componente
del sistema educativo, por lo que, resulta ser protagonista en el proceso de
aprendizaje, y destinatario de los programas y enseñanzas que le otorgue el
centro escolar. Aunque, no solo requiere del esfuerzo de los estudiantes, sino
también, de la participación conjunta de los familiares y docentes, con el fin
de ayudarlos a adquirir de un mayor éxito educativo. Por esta razón, la
Consejería competente en materia de educación, promoverá programas formativos
para padres, madres o tutores legales para fomentar sus roles como educadores,
de modo que obtendrán por parte de la docencia medios electrónicos públicos
para facilitar la comunicación entre familias y maestros. De esta forma, los
tutores legales de los alumnos del centro, tendrán el deber de conocer y
respetar los proyectos educativos llevados a cabo, junto con las normas
impuestas, la cooperación con los centros y contribución en la enseñanza de los
menores, por lo que, podrán asociarse a federaciones y asociaciones de madres y
padres del alumnado, con el propósito de participar en los consejos escolares. (Ley de
Educación de Castilla-La Mancha, 2017).
La educación en los primeros ciclos
de la etapa infantil se presenta como un proceso único, en el cual, participan las
familias y los tutores, ya que, el niño se desarrolla de la misma forma en el
hogar y en el colegio. Por ello, los centros tendrán una cooperación más
directa y continuada con los padres y madres del alumnado (Normativa vigente de Educación
Infantil, 2015).
La Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad Educativa del 10 de diciembre de 2013, concede a los padres, a los centros y a las
Administraciones de educación la información necesaria para afrontar las
decisiones futuras en cuanto a la educación del alumnado. Por ello, el objetivo
que se persigue es acoger una evaluación que optimice el proceso de enseñanza y
aprendizaje de los estudiantes, adoptando de esta manera, medidas de gestión de
los centros y de las políticas de las Administraciones.
Los padres o tutores legales dentro
de la LOMCE, representan un papel relevante en el ámbito educativo, siendo los
encargados, en todo momento, de la
educación de sus hijos, por lo que, tendrán el derecho de elegir el tipo de
centro y enseñanza de los mismos. Por lo tanto, los familiares tendrán la
posibilidad de escoger, en la etapa de Primaria, entre asignaturas como
Religión o Valores Sociales y Cívicos, mientras que las materias troncales
(Ciencias de la Naturaleza, Ciencias
Sociales, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas y Primera Lengua
Extranjera) serán comunes para todo el alumnado.
Por otro lado, la evaluación final
de Educación Primaria, se representará en niveles, los cuales, se elaborarán en
un informe que se enviará posteriormente a los padres, madres o tutores
legales, teniendo este, un carácter informativo y orientador con respecto al
siguiente curso escolar (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la mejora de la calidad educativa., 2013).
En la LOE, antigua ley educativa,
tiene como finalidad el fomento de la calidad y equidad en el desarrollo de las
capacidades estudiantiles, consiguiendo así logros concretos y tratando de
ajustar el currículo y la acción educativa a las circunstancias en que los
diferentes centros escolares se desenvuelven. Además, se intenta potenciar la
participación de las familias en el sistema educativo y el profesorado. De este
modo, en el ciclo de Educación Infantil, los padres y madres colaboraran regularmente
con los maestros. Sin embargo, en Educación Primaria, al igual que en la LOMCE,
proporcionarán total libertad de elección a los padres y madres para
seleccionar asignaturas (Religión o Valores Sociales y Cívicos) (Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.,
2006).
En definitiva, la educación necesita
de una colaboración constante por parte de las familias y los centros
escolares, debido a los grandes avances que generan en la enseñanza y
aprendizaje de los más pequeños. Por esta razón, la comunicación entre estos
tres componentes (alumnado, familias, escuela), potenciará el desarrollo
educativo, social y moral de los alumnos, adquiriendo así de recursos de
aprendizaje más útiles que propicien una mejor calidad educativa.
2. Propuestas y medidas de mejora para promover dicha participación.
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Fuente 1. |
La
participación de los familiares en los centros educativos, produce un mayor
éxito en la formación de los estudiantes, por lo que, esta estrecha relación,
resulta fundamental tenerla en cuenta en la enseñanza de los más pequeños,
consiguiendo así, fomentar las capacidades de los alumnos y potenciar un desarrollo
íntegro en los mismos. De esta manera, la colaboración de los padres y madres
en las aulas, favorece la dinámica y la
actividad de los colegios, ya que, aumenta las expectativas del profesorado,
perfecciona la relación entre el maestro y el alumnado, y aporta una mayor
competencia cultural a los estudiantes (Razeto Pavez, 2016).
La
enseñanza, se considera “un proceso de aprendizaje permanente, que abarca las
distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar
su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y
físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y
destrezas” (Ley General de Educación nº 20.370). Por lo tanto, la enseñanza no
es solo tarea de la escuela, sino, también, de las familias del alumnado del
centro, adquiriendo así, un marco con gran amplitud para poder actuar con mayor
facilidad en el crecimiento y formación académica de los individuos. De tal
forma, el acercamiento de los padres y madres a los centros, permitirá adoptar
de mayores responsabilidades, preocupaciones y competencias para la educación
de sus hijos (Razeto Pavez, 2016).
Las
estrategias que propone Epstein (1992) cabe destacar dos características
esenciales:
·
Iniciales: la cooperación familia-centro
debe originarse en las etapas preescolares, ya que, en los primeros años se
fortalece el desarrollo cognitivo, social y personal de los niños para,
posteriormente, formarles en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, es necesario
que desde los niveles educativos básicos, las familias y los colegios se
respeten y se apoyen mutuamente para proporcionar una preparación adecuada al
alumnado.
·
Diferenciadas: en función de las
necesidades familiares. Es preciso valorar la edad y los niveles de madurez del
alumnado, pues las familias pasan por diversas etapas y circunstancias
socioeconómicas, por lo que, las escuelas, tienen la responsabilidad de
ajustarse a las necesidades de estas y buscar facilidades que posibiliten la
calidad educativa de sus hijos.
Considerando
las anteriores estrategias, las prácticas que se podrán llevar a cabo para
mejorar la participación son las siguientes:
- Construcción, por parte de las familias,
de condiciones en el hogar que mejoren el aprendizaje de los más pequeños y su
comportamiento en el aula.
- Ayuda de las escuelas a los padres y
madres para proporcionar conocimientos y habilidades que faciliten el
entendimiento de sus hijos en diferentes espacios.
- Comunicación de los avances de los
alumnos y programas del centro escolar a las familias (llamadas telefónicas,
visitas, reportes, conferencias con los familiares, etc.)
- Formar voluntariados para ayudar al
profesorado
- Fomentar la participación en actividades
en el hogar: los maestros o maestras pueden guiar a las familias, con el fin de
observar y apoyar las actividades de aprendizaje de los menores en casa.
- Potenciar la participación en la toma de
decisiones: los centros pueden ayudar a las familias a liderar, por medio de la
capacitación en la toma de decisiones y a adoptar una comunicación adecuada con
otros padres que representan.
(Razeto Pavez, 2016).
Por
otro lado, se debe añadir algunos consejos que facilitarán la cooperación entre
familias y escuelas para conseguir una participación más activa y eficaz en la
enseñanza del niño. Estos son:
- Conceder charlas de integración familiar
con el propósito de generar un mayor bienestar.
- Generar actividades de aula que incluya
a las familias para conocer el entorno en el que convive el alumno.
- Organizar actos deportivos como
“Gymkanas u Olimpiadas” donde se incluyan tanto a los estudiantes como a las
familias.
- Seleccionar días en el calendario
dedicados a los padres y madres
- Formar grupos interactivos de padres y
madres que proporcionen intercambios de información, de modo que se aprovechen
diferentes canales de comunicación (Ej. Grupos de Whatsapp).
- Mantener un contacto diario entre el
centro escolar y las familias.
- Conceder entrevistas y tutorías a los
padres y madres.
(Cepeda, 2017)
En
definitiva, la participación inmediata entre familias y centros, fomenta la
autoestima, el rendimiento académico y las relaciones sociales entre los
alumnos y sus familiares, dando lugar a un clima satisfactorio con las
escuelas. Por esta razón, padres y madres deben trabajar coordinadamente con
los colegios, con el objetivo de proporcionar habilidades, normas,
responsabilidades, competencias, valores y costumbres.
(¿Cómo mejorar la participación de las familias en la
escuela?, 2012)
3. Dificultades
que surgen en la relación familia y escuela
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Fuente 2. |
Como
se ha dicho anteriormente, las relaciones entre la escuela y la comunidad se
convierte en uno de los factores más imprescindibles para la calidad educativa
del alumnado. La educación de los niños comienza con sus tutores legales y
continúa en los colegios, donde se fomenta la formación personal y académica de
cada uno de ellos, por lo que, resulta de gran importancia presentar una
relación estrecha entre los centros y las familias, con el objetivo de conocer
mejor al estudiante y posibilitarle, de una manera u otra, más oportunidades
educativas, para así, optimizar el aprendizaje (Garreta Bochaca & Llevot
Calvet, 2007).
Aunque la participación de las familias constituya uno de los focos principales
para favorecer la construcción social, educativa y personal de sus hijos, también,
surgen dificultades a la hora de colaborar con los centros educativos. Uno de
ellos, se debe a un determinado prisma social, dando lugar a una escasa actitud
participativa con el aula o un menor nivel de asociacionismo por opiniones opuestas sobre el cuidado de los niños o sobre
las competencias de estos. A causa de este desapego con el centro por orígenes
o tradiciones diversas, se obtienen problemas entre la conexión familiar y
escolar, consiguiendo así, una menor comprensión y un mayor distanciamiento
entre ambos factores que repercutirá en la enseñanza de los menores.
Otro
de los problemas que aparece en el marco de correlación se produce por un uso
determinado del canal comunicativo, sobre todo, en intervenciones cara a cara,
donde pueden surgir malentendidos y conflictos entre ambos.
En
definitiva, los enfrentamientos entre familias y escuelas se manifiestan fácilmente.
Sin embargo, el objetivo sería evitar los conflictos destructivos, aunque,
cuando estos se produzcan, se dé lugar a conflictos constructivos, ya que,
permiten que los involucrados salgan más reforzados y sirva de referente a los
más pequeños en la resolución de problemas (López Larrosa, 2009).
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Fuente 3. |
Bibliografía
¿Cómo mejorar la participación de las familias en la
escuela? (27 de febrero de 2012).
Obtenido de educaweb:
https://www.educaweb.com/noticia/2012/02/27/como-mejorar-participacion-familias-escuela-5316/
Cepeda, L. D. (19 de diciembre de
2017). Siete consejos para fomentar la participación de las familias en la
escuela. Obtenido de aika:
http://www.aikaeducacion.com/consejos/siete-consejos-fomentar-la-participacion-las-familias-la-escuela/
Garreta Bochaca, J., & Llevot
Calvet, N. (2007). La relación familia-escuela: ¿una cuestión pendiente?
Lleida.
Ley de Educación de Castilla-La Mancha. (julio de 14 de 2017). Obtenido de Portal de
educación Castilla-La Mancha:
http://www.educa.jccm.es/educa-jccm/cm/educa_jccm/tkContent?idContent=83000&textOnly=false&locale=es_ES
Ley Orgánica 2/2006,
de 3 de mayo, de Educación. (4
de mayo de 2006). Obtenido de Boletín Oficial del Estado:
https://www.boe.es/buscar/pdf/2006/BOE-A-2006-7899-consolidado.pdf
Ley Orgánica 8/2013,
de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa. (10 de diciembre de 2013). Obtenido de Boletín Oficial del
Estado: https://www.boe.es/boe/dias/2013/12/10/pdfs/BOE-A-2013-12886.pdf
López Larrosa, S. (2009). El
conflicto entre la familia y escuela. Actas do X Congresso Internacional
Galego-Português de Psicopedagogia, 80-88.
Normativa vigente de
Educación Infantil. (18 de agosto de
2015). Obtenido de Portal de educación Castilla- La Mancha:
http://www.educa.jccm.es/es/sistema-educativo/decretos-curriculo/normativa-vigente-educacion-infantil
Razeto Pavez, A. (2016). Estrategias para promover la participación de los padres en la educación de sus hijos: el potencial de la visita domiciliaria. Estudios Pedagógicos, 449-462.
Anexo (1)
1. Imágenes
Roa, A. (s.f.). Escuelas de familias: qué son y cómo ayudan a la educación de los niños. Obtenido de conmishijos: https://www.conmishijos.com/educacion/familia/escuelas-de-familias-que-son-y-como-ayudan-a-la-educacion-de-los-ninos/
Relación familia-escuela. (29 de noviembre de 2012). Obtenido de SlideShare:
https://es.slideshare.net/paulavillalobosv/relacin-familiaescuela-15414591
¿Por qué no participamos las familias en la escuela? (s.f.). Obtenido de ampaprincipesdeasturias:
https://ampaprincipesdeasturias.org/por-que-no-participamos-las-familias-en-la-escuela/